El acero inoxidable, símbolo de higiene y modernidad, es usado en diversos procesos de producción, sobretodo de consumo humano directo, cumpliendo una importante función en el cuidado de la salud. Asimismo, se utiliza en el diseño de interiores y exteriores de diversas edificaciones, alineado con la modernidad de la arquitectura contemporánea.
¿Qué es el Acero Inoxidable?
El acero es una aleación que se obtiene principalmente del hierro y el carbono. A diferencia de otras variaciones, el acero inoxidable contiene por lo menos un 11% de cromo, con una composición química balanceada para obtener una mayor resistencia a la corrosión. Los más conocidos son:
- 304: 18% de Cr + 8% de Ni
- 430: 16% de Cr
- 316: 18% Cr + 12% Ni + 2% Mo
¿Qué es la corrosión?
La corrosión es el enemigo natural de los metales. Los aceros comunes reaccionan con el oxígeno del aire, formando una película superficial de óxido de hierro. Esta película es extremadamente porosa y permite la continua oxidación del acero al producir herrumbre.
Película Pasiva
Es una película extremadamente fina, continua, estable y muy resistente que protege contra la corrosión del medio ambiente, formada sobre la superficie del acero inoxidable por la combinación del oxígeno del aire con el cromo del acero.
Debe recordarse siempre que cuidar bien del acero inoxidable implica proteger la película pasiva.
Cuidados en el mantenimiento del acero inoxidable
- Limpieza de rutina. Los mejores amigos del acero inoxidable son el jabón, los detergentes (suaves y neutros) y los removedores en base a amoniaco. Se debe comenzar por diluirlos en agua tibia para aplicar sobre la base del producto, con la ayuda de un paño o una esponja de nylon. Después se enjuaga con bastante agua (de preferencia tibia) y se seca con un paño tibio. El secado es fundamental para evitar la aparición de manchas en la superficie del producto.
- Manchas leves. Si la limpieza de rutina no fuera suficiente, aplicar una mezcla hecha con yeso o bicarbonato de sodio. Disolver con alcohol de uso doméstico hasta formar una pasta, usando un paño o una escobilla de nylon para limpiar la superficie del acero inoxidable. De preferencia, usar una escobilla de cerdas duras, pero teniendo mucho cuidado de no rayar, utilizándola de la manera más suave posible. No hacer movimientos circulares, sino pasadas largas y uniformes. Luego enjuagar con bastante agua.
- Manchas acentuadas. Realizar una preinmersión del producto en solución de detergente (tibio o caliente) o de removedor casero en base a amoniaco y agua. Si no bastara con esto, recién entonces recurrir a productos más agresivos, como removedores en base a soda caustica usados en limpieza doméstica, siguiendo el procedimiento indicado para remover manchas leves. Si la suciedad o las manchas persisten, recurrir a productos más abrasivos como los pulidores. Finalmente enjuagar y seguir la limpieza de rutina.
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